Aunque Vantablack no es un color ni un pigmento, sino un material, es importante que recordemos las bases del color para entender su importancia y características.
Y decimos que no es un color porque el color es una sensación. Es la impresión que percibimos en el cerebro después de que una longitud de onda, reflejada por un material, incida en los fotorreceptores de la retina, y active a continuación un circuito neuronal que acaba por decodificar la información y producirnos esa sensación de “el color”.
Es decir, nuestros ojos reciben la luz reflejada por lo objetos.
Todos los objetos y materiales absorben una determinada cantidad de luz, y reflejan la que no han absorbido, que es la que llega a nuestra retina. ¿Todos? Pues no, todos no.
Seguro que todos notáis, que cuando las temperaturas suben, preferimos vestir con prendas claras o blancas, y que cuando llega el invierno, la calle se llena de gente con prendas más oscuras y predomina el negro. Hacemos esto para aislarnos mejor de las temperaturas externas, ya que el color blanco refleja todas las longitudes de onda, y el color negro hace al revés, las absorbe.
Resulta que el color negro que conocemos, no es tan negro como pensamos, ya que aunque algún objeto sea de este color, podemos perfectamente distinguir su relieve, esto es así porque hay un porcentaje de luz que no consigue absorber, y que al reflejarse hacia fuera del material, nos permite ver en 3D y no perder los detalles de su forma o estructura.
Pues bien, científicos del National Physics Laboratory primero, y de la empresa Surrey NanoSystems después, ambos del Reino Unido, han fabricado un nuevo material, a partir de nanotubos de carbono, que ellos mismos describen como un bosque de tubos (tubos 10000 veces más finos que un cabello humano), en los que la luz incide, pero que al chocar contra uno de los tubos es reflejada, y choca contra otro de los tubos, como si el rayo de luz quedase atrapado en el bosque, y se dedicase a ir chocando de árbol en árbol (de nanotubo en nanotubo). La luz termina por disiparse en el laberinto y la energía finalmente se libera en forma de calor.
El nombre “Vanta” es un acrónimo de las palabras en inglés “Vertically Alligned NanoTubes Arrays”, que en español viene a decir – nanotubos alineados verticalmente –
Los autores han batido el record en absorción conseguida por un material. Vantablack absorbe el 99,965% de la luz visible y 99,85% de radiación infrarroja. Además Vantablack puede fabricarse con temperaturas de 400°C, muy inferiores a las necesarias para la fabricación de sus antecesores (750°C), por lo que puede utilizarse sobre superficies que no soportan bien tan elevadas temperaturas. Otra ventaja añadida es su alta resistencia a la vibración mecánica, su propia estabilidad térmica y su bajo porcentaje de emisión de partículas o gases durante su fabricación.
Como podéis ver en las imágenes, Vantablack se ha utilizado primero sobre una superficie de papel de aluminio, donde el ojo humano pierde totalmente la visión tridimensional y es incapaz de ver las arrugas del papel en el lado pintado con Vantablack. Muchos describen la observación como la mejor oportunidad de observar de cerca un agujero negro. En cualquier caso, no deja a nadie indiferente.
Actualmente se está estudiando el uso de este color en la observación astronómica, para la mejora de telescopios y cámaras infrarrojas, donde la eliminación de la luz residual o deslumbramiento puede conllevar mejoras muy significativas. También puede utilizarse como un elemento que aumenta la absorción térmica, por lo que su uso en concentradores de la radiación solar también se está estudiando.
Mientras tanto, el mundo del arte también ha querido utilizar Vantablack, pero en este caso la patente ha sido cedida a un solo artista, el indio Anish Kapoor, un escultor conocido por sus obras monocromáticas o por el famoso “Cloud Gate” de Chicago, y cuyos estudios se encuentran en el Reino Unido. Las razones que Surrey NanoSystems da a esta cesión tan restringida en el mundo del arte son principalmente la necesidad del uso del Vantablack por personal cualificado y cuestiones legales de las oficinas de exportación inglesas. Muchos artistas protestan lo que según ellos es falta de moralidad y técnicas anti-competitivas, pero expertos en leyes de propiedad intelectual, se trata de algo muy común y hasta bien visto cuando son de otra naturaleza las invenciones patentadas.
Polémicas aparte y con la duda de si veremos en un futuro cercano el ‘Cloud Gate’ pintado de Vantablack, hoy podemos disfrutar de quedarnos absortos mirando este negro abismo que parece una ventana al espacio exterior o un agujero negro de bolsillo.
¡Feliz semana a todos!