Eres adicto al Candy Crush? Has pasado horas de tu vida lanzando Angry Birds? Y si te dijera que todo ese tiempo que “gastas” jugando puede convertirte en un científico sin necesidad de pasar horas en un laboratorio, estudiar intensamente durante años y conseguir un doctorado con título indescifrable?
Ahora que están tan de moda las iniciativas de crowdfunding, en las que personas de cualquier lugar pueden cooperar para obtener dinero o recursos y llevar a cabo proyectos, nace una forma de colaborar con investigaciones científicas sin gastarse un duro! Y qué mejor forma de hacer esto que jugando.
Los juegos son una de las herramientas más importantes que tienen los investigadores para hacer tangibles y accesibles problemas científicos complejos. De esta forma, el objeto de investigación puede convertirse en un juego que esconde las bases o reglas que subyacen al problema, de manera que le jugador puede resolverlo sin necesidad de aprender y entender las complicadas, y a veces poco intuitivas, teorías que hay detrás. Y lo qué es mejor, los juegos motivan de forma intrínseca a la mayoría de gente! Así, se puede canalizar todo el poder mental de millones de personas, a través de los juegos, con el fin de avanzar en relevantes cuestiones científicas.
Desde la web scienceathome.org, nos cuentan como el precursor de estos proyectos de ciencia ciudadana es un rompecabezas en línea llamado Foldit, en el que el jugador debe encontrar la estructura molecular que describe correctamente una proteína funcional. Este problema supone un enorme desafío computacional, es decir, lo que un ser humano tarda en resolver minutos puede llevar días a un ordenador. Miles de personas han participado en el proyecto y sus esfuerzos han dado lugar a avances reales en la ciencia. Foldit aprovecha las habilidades humanas de comprensión espacial y emparejamiento de patrones para resolver los problemas.
Otro proyecto llamado EyeWire pretende hacer lo mismo en la búsqueda de un mapa del cerebro. La facilidad de los seres humanos para clasificar objetos también se utiliza en la gran cantidad de proyectos de ciencia en Zooniverse, un centro de ciencia ciudadana.
Recientemente, un artículo publicado en la revista Nature, nos muestra un juego de ordenador que sigue las leyes de la mecánica cuántica. En él, personas que no tienen conocimiento alguno de física son excepcionales jugando. El juego, llamado Quantum Moves, está basado en un problema real de la computación cuántica que consiste en averiguar lo rápido que tiene que ser un láser para poder mover un átomo entre pocillos sin cambiar la energía del átomo, que se encuentra en un delicado estado cuántico. En el juego, el átomo está representado por algo con aspecto líquido que se mueve dentro de un pocillo, lo que refleja la naturaleza de tipo onda de la partícula cuántica. Con el cursor el jugador controla el siguiente pocillo al que debe trasladar el líquido que se comporta de acuerdo a las leyes de la mecánica cuántica en lugar de como un líquido de verdad. Una vez que el jugador se adapta a estas leyes y consigue transferir el líquido, el ordenador puede convertir sus movimientos de ratón en soluciones para trasladar realmente los átomos en el laboratorio.
Hasta ahora, de los 300 jugadores que lo han probado, más de la mitad han obtenido soluciones más eficientes que las encontradas por ordenador!
Pero para qué sirve todo esto de mover átomos.. pues el fin de estos investigadores no es ni más ni menos que crear un superordenador cuántico que, en lugar de emplear los tradicionales bits, usa cubits o bits cuánticos. Esto permite realizar operaciones mucho más complejas y que requieren mucha más memoria de la que tiene un ordenador tradicional. Si quieres saber más sobre este sistema puedes ver este vídeo:
Qué opinas, te atreves a ser científico?