¡Feliz comienzo de semana ConcienzudXs!
Esta semana os vamos a intentar descubrir algunas curiosidades de los animales que esperamos que no conozcáis 🙂
Empecemos por los más pequeños: ¿quién acelera más rápido, las pulgas o una estación espacial?
La aceleración es el cambio de velocidad de un determinado objeto a lo largo del tiempo, y se suele medir en comparación con la fuerza de la gravedad (que se mide en «g» y equivale a 9.8 m/s2). Al saltar, las pulgas alcanzan alturas de unos 8 centímetros en un milisegundo. Para que os hagáis una idea, esto implica que tienen que soportar una aceleración de unas 100 g, mientras que la máxima aceleración que puede alcanzar la estación espacial son 5 g. ¡20 veces menos!
El secreto de las pulgas para poder hacer esto es que tienen una proteína que tiene una estructura elástica que les permite almacenar y liberar la energía como un muelle, y así no colapsan.
Siguiente pregunta: ¿dónde tienen las orejas los saltamontes?
Seguramente estéis intentando encontrar los orificios auditivos de este saltamontes a ambos lados de la cabeza, pero no están ahí. Los saltamontes tienen un detector de sonido que es una membrana muy fina llamada tímpano (como el nuestro), y en individuos adultos se encuentra cubierto y protegido por las alas de estos bichitos, en lo que sería la barriga. El tímpano de los saltamontes está adaptado para vibrar en respuesta a señales que puedan resultarles importantes, como aquellas relacionadas con el apareamiento o marcar un territorio. Por ejemplo: los machos de mayor tamaño emiten sonidos más graves. Los saltamontes machos utilizan esta información para evitar peleas con machos de mayor tamaño y las hembras para aparearse con ellos.
¿Qué animal tiene 3 corazones, 9 cerebros y sangre azul?
Seguramente alguno de vosotros habrá sabido responder a esta pregunta. ¡El pulpo!
Curiosamente dos de los corazones trabajan exclusivamente para bombear la sangre a través de las branquias del animal, mientras que el tercero mantiene la circulación de los órganos. Cuando nadan, el corazón encargado de irrigar los órganos deja de latir, lo que explica por qué estas criaturas prefieren arrastrarse por el suelo antes que nadar, ya que quedan exhaustos.
Los pulpos tienen un cerebro «principal», donde tienen lugar todos los análisis y la toma de decisiones, y otros ocho cerebros «auxiliares», uno en la base de cada brazo, que funcionan como preprocesadores de toda la información obtenida por ese brazo. Dos tercios de las neuronas de los pulpos residen en sus brazos, que pueden decidir de manera independiente del cerebro principal cómo o cuándo abrir una concha.
Por último, tienen sangre azul porque, a diferencia de nosotros que tenemos hemoglobina con una base de hierro para transportar oxígeno, ellos tienen cianoglobina con una base de cobre, que hace lo mismo pero de manera menos eficiente, lo que hace que sean menos «nerviosos» de lo que uno podría esperar de un animal de ocho patas.
¿Qué animal es indetectable por cámaras de infrarrojo?
Como muchos sabéis, la mayor parte de las cámaras que detectan animales se ayudan de un sistema que detecta la emisión de calor por estos seres como una señal de infrarrojo para poder localizarlos. Los osos polares son unos expertos en cuanto a la conservación del calor se refiere. Para sobrevivir a las frías temperaturas de su hábitat ártico, su cuerpo está recubierto por una grasa muy similar a la que tienen las ballenas, y además cuentan con una densa capa de pelo que les ayuda a mantener su calor corporal. Estas dos adaptaciones hacen que la pérdida de calor de los osos polares sea mínima, y por eso son prácticamente indetectables por las cámaras de infrarrojos.
Y por último… ¿sabíais que las orcas no son ballenas?
A pesar de que las orcas se conocen también como «ballenas asesinas», no son ballenas en un sentido estricto, sino que pertenecen a la familia de los delfines. Técnicamente hablando, todos serían ballenas, ya que pertenecen al orden Cetacea, dentro del suborden Odontoceti, que engloba a los cetáceos con dientes. Pero comúnmente nos referimos como ballenas a los miembros del suborden Mysticeti.
La principal diferencia que hace que las orcas pertenezcan a la familia de los delfines, más allá de la presencia de dientes, es que tienen un depósito de grasa en la cabeza que se llama melón, que utilizan para la ecolocalización y que sólo se ha descrito en la familia de los delfines. Son unos animales con una gran capacidad de adaptación, gran inteligencia y son capaces de comunicarse entre ellas e incluso coordinar tácticas de caza. Además son grandes nadadoras, y pueden alcanzar velocidades de hasta 54 km/h.
Interesante, ¿verdad?